Guerra de Dioses

Escuché lo que dijo Zenit y la miré con cara de Trollface xD
yo- Tranquila.. en un tiempo tal vez venga jjajajaja
Ella se sonrojó como un tomate
Me recosté en el pasto y me quedé observando las nuves. Agus se acost´oa llado mío y Zenit del otro lado. Escuiché un ruido raro
yo- ¿escucharon eso?
Agus- ¿qué cosa?
yo- Hayá! hay humanos espiando!
Agus- Hay no! tenemos que irnos otra vez -.-"
yo- Creí que no había nadie acá ._. parece el pueblo fantasma
Nos levantamos en seco, lueo salimos corriendo, los humanos nos apuntaron con armas pero no lograron darnos. Fuimos a buscar a todos y luego Aus cargó a Sabrina
Erick vino corriendo, pero cuando se tras form´oen Feniz tenía un corte en el ala izquierda y así no puede volar
yo- Pero qué te pasó..?
Aus- ¿Cómo hacemos ahora?
y- Hamm.. ya sé.. tenemos que escaparnos lo más rápido posible. Yo soy rápida nadando.. y tengo un tamaño muy grande.. no como cualquiera.
Erick- Estas diciendo que tenemos que ir por el agua?
yo- ¿le tienen miedo al mar?
Agus- ¿Ehhh? nhaa no tenemos miedo
yo- Pues no hay que perder más tiempo! vengan!
Nos metimos al agua, por fortuna todos sabían nadar, hasta Sabrina, por si a caso.
Me transformé en tiburón y me aseerqué lo más que pude hasta la superficie, dejando mi aleta afuera. todos se suvieron en sima mío.
Agus- Sabri.. agarrate fuerte
ella se agarró de mi aleta dorsal y empezé a nadar lo más rápido que pude. Iba a una velocidad muy rápida. Nos cruzamoscon varios barcos, pero me escondí de ellos.
Llegamos hasta un lugar dodne se veía tierra firme
Agus- Cris.. vamos hayá
Empezé a nadar, pero estaba muy lejos el lugar y me iba a llevar un rato largo llegar a la isla esa que veíamos. Al fín llegamos luego de un rato y todos se bajaron y empezaron a nadar hacia la orilla. Zenit ayudaba a Sabrina junto a Agus. Wolf Chikara y Erick no tenían problemas en nadar. me destransformé y fuí hacia la orilla
yo- Ham.. lindo lugar jeje
Agus- Sí.. n oes com olos otros, pero tnemos que fijarnos que o haya población

Sabri se subio a mi espalda y yo le hice caballito-
Erick,¿me llevas a pasear?...- dijo y yo me toque el brazo donde tenia el corte que aún sangraba,la sangre chorreaba de mi brazo y caía al suelo...
Bien sabri...- dije riendome y la lleve a pasear.

No tardé en entrar en crisis de coraje cuando dí el primer paso al salir del agua.
¡Qué demonios!,¡Ya estoy harta de los humanos, llegué a la ciudad escapándo de la guerra en mi aldea,abandonando a mis seres queridos y desde entonces no llevo ni un sólo día sin estar huyendo!.- Gritaba y lloraba al tiempo que tiraba de mis cabellos largos y sedosos. Descubrí que Sabrina me miraba a terrorizada pues esa actitud no era mía. Yo solía ser tranquila, alegre, de buen apetito y siempre pensando en cosas extravagantes, parecía que tomaba alguna droga de tan feliz que era pero mi paciencia había terminado. Apenada por haber asustado a Sabri, me transformé en oso y seguí descargando mi furia en un lugar más apartado. (En idioma oso xD).

Noté a Zenit muy nerviosa
Ella se fué caminando. yo solo me apollé en un árbol y me quedé mirando el paisaje
en un momento recordé a mis padres, y me empezé a poner sentimental, pero no como cualquier persona. Cada vez que me pono sentimental me enojo mucho. E nese momento pensé: ¿por qué no lo hice antes?! no teno que ser una cobarde esapando! la próxima vez que vea un humano lo destrozo!
Agarré mi enojo con los humanos. Me fuí a recorrer el bosque y me topé con Zenit que estaba furiosa.
yo- Zenit.. ¿estas bien?
Zenit- Sí..solo necesito estar sola un rato
yo- Okey.. - suspiré sin que lo notara y seguí caminando
Me topé con una gran cuea. Pero desidí no meterme por si había una hidra xD
al rato vino zenit caminando
Zenit- Ehh cris.. ¿te puedo acompañar en tu cmainata?
yo- Caro! ven..
Ella me acompañó y empezamos a hablar mucho... hasta que en un tema nombré a David y ella me miraba: *-*

Me volví a sonrojar y bajé la mirada por un instante.
Sabes Cris, no me importa si no llegase a pasar algo, me conformo con sólo verlo y saber que está bien.-Sonrío e intento pasar de tema.
Me transformo a mi forma humana cuando derepente se escucha...
Tengo hambre.-en forma de rugido.Cris mira despavorida a mi estómago.
Vale, vale, ya te doy.-Contesté y tomé una fruta que lucía bastante exquisita de un arbusto.

yo- Hamm.. sos como dos personas
Zenit- Ehh?
yo- Una es tu estómago... xD en sima que le hablas
Zenit- bueno pues. .así soy yo jajaja
yo- Ehh voy a llamar a mi hermano.. a ver si está bien
Zenit se queda dura y se sonroja un poco y vuelve a poner esa cara de maravilla
Agarré mi celular y lo llamé
David- hola..?
yo- Ehh hermanito.. ¿cómo andas?
David- Cris! bien.. estoy con mis colegas acá en un lugar seguro. No hay ni un humano, revisamos los territorios, no hay nadie
yo- ¿en serio?! donde es?
David- Pues..- ahí fué cuado me empezó a explciar donde era y resultaba muy cerca de donde estabamos
yo- Pues.. si luego puedo iré a verlos
Zenit me miró O_O *-*
David- Genial! hasta luego..
Zenit había escuchado todo.. asta la voz de David
Zenit- siii ehm... sii, ya no tengo más hambre
yo- Ehh que cara de felicidad xD era por el hambre que dijiste eso??
Zenit- Sii!

Así que... han encontrado un lugar sin humanos.- Mencioné intrigada e intentando darle la vuelta al asunto.-¿Por qué no avisamos al grupo?.- Pregunté con la ilusión de volver a ver a David.
Pues ,¡vayamos!, aunque por lo prónto sería descanzar un poco del viaje.

Era cierto, Cris había sido quien nos llevó hasta el lugar y se notaba algo cansada. Una vez llegando a donde estaba el grupo informamos sobre lo ya ocurrido y nos instalamos para descanzar.

El brazo me empezó a sangrar y Sabri ya estaba dormida,acaricie su cabeza y la deje dormida,me levante y busque algo con que curarme:
Mierda....- dije en susurro.comencé a caminar y me sente en un arbol bastante alejado para agarrarme el brazo con fuerza.

Me quedé pensando u nmomento y sentí olor a sangre. Desidí ir a ver de donde venía es olor.
Caminé u nrato largo hasta un árbol, empezé a trepar dificultosamente, ya que tepando n oera muy buena. Llegué hasta una rama donde estaba Erick
yo- Erick! ¿qué te pasó? de acá venía el olor a sangre
Erick- Ehh.. bueno, eso ya no importa
yo- Espera que ya vengo.. no te muevas
Me bajé de u nsalto del arbol y sal´ia buscaruasn plantar curativas, una botella, aua salada y una hoja especial. En cuestio nde minutos encontré todo.. y dentro de la botella hice una mezcla. Volv´ico nericque seguía apretando su brazo en el árbol y le pasé el líquido en el brazo, que por suerte no ardía. A los 5 minutos ya no sangraba más.
Eick- GRacias..
yo- ahh, de nada..
Bajé del arbol junto a Erick y volvimos con los demás

Después de un rato de todo el alboroto que pasó con Cris, comenzó a sonar de nuevo mi estómago, pero esta vez no mencionaba nada.
Te acabo de dar de comer y ya...-Me interrumpe un fuerte dolor en el estómago.
¿Pero qué!.- Mis fuerzas se van,pierdo el conocimiento y de mi boca comienza a salir espuma.

Esas moras que me había comido, en realidad eran frutos venenosos no conocidos. Ahora había descubierto una nueva especie y sus efectos.

Vi como Zenit se desplomaba en el suelo y, de su boca, comenzaba a salir una alarmante cantidad de espesa espuma blanca.
-¡Zenit!- chillé, y me agaché sobre ella. Abrió los ojos, pero estaban en blanco y comenzó a convulsionar como si sufriera de un ataque de epilepsia. No sabía que hacer, nunca había visto esa reacción, ni conocía ese tipo de moras. Dejé a mi amiga retorciéndose en el suelo y salí corriendo en busca de una planta medicinal. En mi apuro, tropiezo con una piedra y caigo de rodillas al suelo. Levanto la mirada, y para mi sorpresa, ante mí había ante mi una flor con delicados pétalos de fuego.

"Hécate, diosa de las tierras salvajes, el fuego divino y la brujería" pensé. Automáticamente, saqué de mi bolso un frasquito, y lo acerqué a la flor hasta que una delicada hebra de fuego calló en él. Me levanté y volví con los demás a la velocidad de la luz.
Zenit se zarandeaba más que nunca, y toda su ropa estaba empapada en espuma. Busco a Chikara, y, rápido, comienzo a prepara una medicina con ella, a la que le agregamos finalmente la hebra de la flor de fuego. Con inmensas dificultades, conseguimos introducir la poción por la boca de la moribunda Zenit. Nos quedamos esperando. De a poco, dejo de liberar espuma y su cuerpo dejó de contorsionarse.

Unas horas después, abro los ojos, y observo a Agus que yacía justo a mi lado con la mano en el rostro y a Chikara del otro lado.
Mi cuerpo me dolía inmensamente, como si una máquina de construcción pasara sobre de mi.

Metí mi mano en uno de mis pequeños bolsillos de mi vestido blanco y saqué una pequeña hierba que lograba calmar los dolores más grandes a cambio de una cosa...

Agus reacciona a mi movimiento pero sin decir nada observa la hierba que saco. Chikara me saluda esperando a que respondiera de mejor forma, le miro y le sonrío, justo después me como la hierba y pasando unos minutos estaba de pie pero...

¿Zenit?¿ Te encuentras bien?.- Pregunta Agus algo preocupada.
Talvez le ha echo daño a la cabeza esas moras...-Le responde Chikara dudando en lo que justo acababa de mencionar.

Ellas observaban como yo bailaba al ritmo de las danzas aztecas, con mis manos en el aire, moviendo la cintura y dando pequeños brinquitos.

¿Zenit?.- Preguntan las dos al vez.

(Zenit cantando:My dream... is to fly... over the rainbow... so high xD)

Escuche un ruido y le dije a cris.-
Corre y no mires atras...- v que ella corrió y yo me quede mirando todo conmucha atención,mire que salio la seguidora de Artemis y saco un arco y una flecha,me miro y me apunto y yo solo la mire y dije- anda dispara...
esta me miro y disparo,yo agarre la flecha para luego quemarla- Ingenua...- dije riendome y ella se tiro a pelear conmigo y yo contraataque.

Estaba mirando el extraño baile de Zenit, intentando contener la risa. Agitaba las manos en el aire como si intentara espantar moscas del tamaño de piedras grandes. Chikara la miró preocupada antes de agarrar la poción que le habíamos dado y examinarla minuciosamente. En eso, llega Cristina, corriendo y jadeante.
-¡Cris! ¿Qué paso?- le dije. Ella se inclina con las manos en las rodillas, intentando recuperar el aliento.
-E-erick me dijo que corra y que n-no mi-mire atrás- dijo. -Luego empecé a oír ruidos de pelea- Solté un gruñido bajo.
-Cuiden a Sabrina...- les dije, me transformé y salí corriendo, siguiendo el rastro de Erick.

Lo encontré bastante alejado del grupo, peleando contra una ninfa. Ambos estaban inmersos en la pelea, ella sostenía una Katana, con la que intentaba, sin éxito, herir a Erick. Por su parte, el luchaba sencillamente con los puños, esquivando como podía la katana de la joven. Ninguno de los dos se había percatado de mi presencia, ocupados como estaban. Salté sobre la ninfa, golpeándola en el costado y derribándola. La tomé por el cuello, apretando pero sin llegar a asfixiarla, ni a hacerle mucho daño, solamente a modo de amenaza. Erick no perdió el tiempo y se apoderó de su katana, que había ido a parar unos metros más allá.

La ninfa no se debatía, si siquiera se quejaba. Se mantenía quieta, como si el contacto de mis dientes no le molestara. Aún así, no aflojé. Las ninfas era criaturas traicioneras, sabían mentir muy bien, demasiado bien. Había tenido malas experiencias con varias, y había aprendido a no confiar en ellas.

La ninfa la pego a Agus y a mi me tiro al suelo y me puso la katana en el pecho-
Mira seguidor de apolo,a Artemis le molesta tu actitud- dijo ella.
Ya,entierra la espada...- dije mirandola.
Are algo mejor,el veneno de cobra me fasina...- dijo y puso el veneno de la serpiente en la katana para luego clavarmela y pasar rosandome el corazon,en ese momento mi mirada se comenzó a poner borrosa y solte un poco de sangre por la boca.

Me incorporé como pude y me arrojé sobre la ninfa, que en ese instante estaba muy distraída mirando el cuerpo moribundo de Erick, que ya había caído al suelo. La golpeé en plena espalda, haciéndola caer sobre mi amigo. Tomó la katana y me la arrojó, no se como hice para esquivarla, pero me pasó rosando el cuello. Ahora estaba indefensa, o eso creí. Me tiré sobre ella, quien, rápida, sacó de la nada una flecha, que impacto sobre mi hombro cuando fui a morderla. Ahogué un gemido, y sin hacer caso del dolor que producía la flecha penetrando en mi piel, conseguí tomar del cuello a la ninfa. Apreté y la tiré contra los árboles. Volví a tomarla, apretando hasta que salió una considerable cantidad sangre. En ese instante, desapareció.

La ninfas pueden adoptar la apariencia de distintas cosas, y estuve segura de que había hecho exactamente eso. Sabía que no volvería por un tiempo, pero me dio mala espina.
"No puede ser una simple seguidora de Artemis" me dije. Volví a mi forma humana y me arranqué la flecha del hombro. Esta vez si se me escapó un gemido. Dolía mucho, pero en aquel momento solo tenía una preocupación en la cabeza: Salvar a Erick. Me acerqué a su cuerpo y examiné la herida, antes de morderme el labio por la desesperación. Lo más importante era neutralizar el veneno, pero no sabía como. Además, no sabía hacía cuanto le había clavado la katana infectada, y esos venenos tardaban poco y nada en actuar.

Volví a transformarme y cargué a Erick sobre mi espalda, tambaleándome por su peso y por mi pata herida.
"Tenés que aflojarle a la torta de chocolate. De ahora en adelante te reduzco las raciones de comida" pensé mientras me dirigía lo más rápido posible al lago. Llegué a él y apoyé a mi amigo con cuidado en el suelo, me transformé y comencé a lavarle las heridas. Era tiempo perdido, el veneno se extendía rápido y apenas tenía pulso. Solté un gemido de impotencia y comencé a rogarle a los dioses. El tiempo pasaba lento y tortuorso.

En eso, percibo un resplandor dorado delante de mi. Al cabo de un instante, el mismísimo Apolo me miraba fijamente. No era lindo, era bellísimo, una belleza tan fuerte que parecía dejar si aire el ambiente. Podía perder medio litro de baba por segundo mirándolo, pero en aquel momento tenía preocupaciones más importantes, la inminente muerte de Erick por ejemplo. Apolo se acercó a mi y me tendió un frasco.
-Es un antídoto- me dijo, al tiempo que me lo ponía en la mano. No sabía que contestar- Pónselo todo en la herida, contrarrestará el veneno al instante. Me lo ah enviado mi hijo Asclepios-
-Está bi-bien- conteste como una tonta. Tanta belleza me impedía pensar.
-Mantén vigilada a la ninfa, se ha ido por ahora, pero volverá. Recuerda también, que tienes un gran deber con la profecía y el tiempo se agota- tras esas enigmáticas palabras, desapareció. Ni bien se fue volví de golpe a la realidad. Genial, mi amigo muriéndose y yo babeándome por un inmortal.

Destapé el frasco con aire resuelto y unté todo el contenido en la herida de Erick. Al cavo de un instante, su corazón empezó a latir con más fuerza, y el a respirar más fluidamente. Solté un suspiro de alivio, pero aún seguía sangrando mucho. De mi bolso saqué un remera que me gustaba mucho, pero en aquél momento era lo único que tenía a mano. Sin pensarlo dos veces, la até al rededor de Erick para detener un poco la hemorragia. Ya no podía hacer nada más, solo me quedaba esperar.

Ni bien dejé de pensar en lo inmediato, me percaté de lo fuerte que era el dolor de mi hombro. Conteniendo un gemido, me incorporé y me arrodillé en el lago. Con cuidado y sin dejar de mirar a Erick, comencé a lavarme la herida.

Alcabo de un rato, el efecto de la droga me había pasado. Chikara parecía a punto de perder la paciencia y todo por la sartada de tonterías que hacia a causa de la hierba.
Se dió cuenta de que estaba ya en estado normal y se dirigió corriendo a Agus y yo le seguí sin saber absolutamente nada.
Al llegar me quedo en estado de pánico al observar las heridas de Erick y Agus. Erick parecía estar algo débil y Agus luchaba por lavar sus heridas. En ese momento recordé un único hechizo que me sabía del libro de Hécate, que se había perdido hace muchos años a causa de un asalto en mi aldea.
El hechizo sólo lograba cerrar heridas, pero ayudaría a Erick a no morir desangrado. Comenzé a recitar palabras en el dialecto de mi aldea que era el lugar donde nacían los brujos de Hécate.Existían distintos portales de diferentes clanes a los que el humano no podía entrar. En un árbol de la aldea se encontraba un portal, llamado Andrómeda, dentro del portal existía una segunda Aldea con el mismo nombre del portal. Era un paraíso el lugar, cascadas llenas de salmones y osos por todos lados. Ahí había nacido y para poder regresar debía ganarme el pase.
Una vez terminado el hechizo, hojas caídas y viento formaron un remolino que rodeaban a Agus y a Erick, cerrando sus profundas heridas, pero el dolor podía permanecer como si se tratase de un golpe.

Me fuí a la playa un rato, pero me senté en la arena observando el mar. Agus y Erick vinieron como si nada y se sentaron uno de un lado y otro del otro.
Erick- ¿Todo bien?
yo- Masomenos... observo el mar, y tengo presentimientos raros
Agus- ¿Raros?
yo- No los siento como si fueran buenos..
Luego vino el resto del grupo
yo- ¿Qué es eso?
A lo lejos se veía una lancha con dos hombres que venían a toda velocidad
yo- pero com ocarajo nos enontraron?! no pienso escapar esta vez- Me levanté y caminé hacia el agua hasta lo más profundo
Agus- Cris! espera..- no le dí tiempo, yo ya estaba cerca de la lancha. Desperté mi "instinto tiburón" y empezé a destrozar la lancha. Un human me lanzó una bala pero casi no la sentí. Agarré a uno y lo empezé a sacudir clvandole mis filosos dientes

Mi transforme a mi forma de oso e incrementé mi tamaño pues nadando era bastante lenta y llegaría al siguiente año con Cris.
Sin pensarlo dos veces todos los demás entraron al mar a luchar.
Yo tomaba a los hombres y los lanzaba lo más lejos posible como si se tratase de un juego de futball americano.
Erick que aún estaba algo debilitado por la pérdida de sangre, clavaba sus garras en ellos.
Todos luchaban como podían hasta por fin terminar con todos.

Ua estamos todos fuera del agua, hoy luche como humana y ademas sustituiendo mi tradicional arco y flechas por la moderna Beretta. Suspiro en voz baja, me hacervo al rio y me lavo las heridas lo mejor que puedo, pongo especial atencion a la de mi abdomen, por suerte la sangre es rojo brillante, señal de que no perforaron ningun organo interno. Saco un rollo de vendas del arnes y empiezo a vendarme la herida producida por el sable.
Cuando termino cierro los ojos y recuerdo el fragmento de comversacion que oy justo despues de terminar la batalla.
---FLASH BAG---
-Oye Erick que os paso a ti y a Agus?- -Nos ataco... Una ninfa, seguidora de Artemisa, dijo que esta estaba molesta con migo...- -De Artemisa??? Pero Erick si eso fuera verdad Chikara podria haber hecho eltrabajo ella misma- -Que tiene que ver Chikara en esto?- -Pues si Artemisa quisiera assessinarte abria mandado a una sierva suya que ya estuviera en el grupo...-
---END---
No lo creo, es imposible que Artemis haya traicionado a su propio hermano, la ninfa esa de seguro les mintio, de haber deseado la muerte de Erick ella me lo hubiera ordenado a mi...

Estaba sentada en una roca, al borde del lago, limpiando mis heridas.
"Hoy fue un día accidentado" me dije. En la cabeza me daba vueltas la conversación que había mantenido con Erick y Chikara.

Era cierto, esa ninfa no podía ser una simple seguidora de Artemisa. De hecho, no lo era, estaba segura. Las ninfas mienten bastante seguido, y bastante bien, probablemente esta no era una excepción.

En ese instante, solté un gemido. Mientras divagaba, me había golpeado la pierna herida por error. Intenté seguir lavándola. Por lo demás, no tenía heridas graves, excepto un balaso en el omóplato izquierdo. Dejé que mi mente divagara un poco más...

A ver, si la ninfa no era una seguidora de Artemis... ¿De quién podría ser? ¿Qué dios podría estar interesado en matar a un seguidor de Apolo, en todo caso a Erick? Me quedé pensando, sentada en mi roca...

Me quede pensando...-
Maldita Ninfa...- dije frunciendo el seño mientras golpeaba un arbol con mi puño derecho.
¿Erick?¿Que pasa?- dijo Sabria y yo di una sonrisa y la alcé-
Nada Linda...- dije acomodando su flequillos de lado.
¿por que maldices?- dijo ella mirandome mientras me abrazaba del cuello.
Por nada...- dije,tratando de esconder mi lado molesto.
bien...- dijo ella e intendo despeinarme el cabello,yo la deje y deje que jugara con el.- Tienes el pelo de papa...- dijo ella.
Y tu el cabello como mama...- dije y puse mi nariz con la de ella,se río y luego me abrazó mientras yo le daba un beso en la cabeza.

Seguía en la roca al borde del lago, pero ya no me dolían las heridas, que había vendado cuidadosamente. Hundí mis pies descalzos en el agua fría. Después, soltando un suspiro, los enfundé en mis medias, después de haberlos secados, para luego ponerme las zapatillas.

Me levanté y decidí salir a caminar. Pasé por delante de Sabri, que jugaba con su hermano. Le dirigí una sonrisa que la niña me devolvió, antes de seguir con mi camino. Caminé durante un rato, con la cabeza en mi propio mundo, a penas consiente del camino que seguí. Cuando me cansé, me dejé caer a la sombra de un enorme jacarandá, donde seguí pensando...

¿A qué se refería Apolo diciendo que vigilara a la ninfa? ¿Acaso iba a volver? ¿Por qué atacaba a Erick? ¿Y lo de la profecía? Según él, se nos acababa el tiempo, y todavía tenía que encontrar la segunda mitad y descifrarla... ¿Y si se nos acaba el tiempo? O, en todo caso ¿Cuánto tiempo nos quedaba? Me acordé de mi sueño...¿Qué era eso que buscaba Talía? ¿Para qué lo necesitaba Crono? Probablemente para nada bueno...

Un ruido entre los arbustos me sacó de mis cavilaciones. Me puse alerta, y saqué unas dagas de la mochila. De entre los matorrales vi surgir la inofensiva figura de un conejo marrón particularmente grande. Pero, por alguna razón, corría a mucha velocidad, como escapando de algo. Entonces, una figura salió de la nada y se lanzó sobre el conejo, que asustado, saltó y se escondió en una madriguera. La pobre lobezna, que era quien perseguía al conejo, no frenó a tiempo y se quedó con la cabeza enganchada en el agujero.

No pude menos que doblarme de la risa, la situación era de lo más ridícula. Cuando al fin logró salir, busco el origen de las risas. Al verme, se sentó ante mí mientras me miraba con aire ofendido. Me acerqué, todavía riendo, y le sacudí la tierra de la cabeza, antes de volver a mi lugar. Ella se incorporó y se echó a mis pies.

Cuando logré volver a respirar con normalidad, volví a sumergirme en mis pensamientos, acariciando con la yema de los dedos la cabeza de la lobezna.

Me quedé penadn un rato largo. Pasaron por delante mío Erick y sabri jugando. Sabrina vino corriendo y se tiró sobre mí. Hizo que me caiga y las dos nos reíamos a la vez. Erick también se reía.
Escuché un ruido raro que venían de los arbustos que estaban detrás mío.
yo- Esperen.. no hagan ruido
Los tres miramos el arbusto y una sombra negra me agarró del brazo fuertemente y me empezó a arrastrar dentro deesa increíble jungla que había.
yo- Ayuda!
Traté de soltarme, pero este era más fuerte que yo. Podría haberle vencido en el agua. Pero no estabamos en ella.
Me arrastró hasta ese extraño lago. TRató de meterme allí, pero yo me solté de esta sombra y le pegué una patada. Mi pié nomás la atravezó. volvió a agarrarme con su mano y me acercó al lago. Yo solo cerré fuertemente los ojos.

Seguía sumida en mis pensamientos, acariciando a la loba, que no debía de tener más de un año. En eso, levanta la cabeza y gruñe. yo la miro.
-¿Eh? ¿Qué hay?- preguntó. Ella me mira, y sale corriendo, indicándome que la siga. Corro detrás de ella durante un rato, hasta que llego a un lago parecido al de la otra isla.
"Una entrada al Hades". En eso, escucho un grito. Me giro y veo a Cris, arrastrada por una sombra en dirección al lago. Ella tiraba patadas a lo loco, que solo conseguía atravesar la sombra. Rápidamente, saqué una pequeña pero potente linterna de mi bolso, y la apunté directo a la "cara" de la sombra. Esta soltó un espeluznante chillido al tiempo que soltaba a Cris y se hundía en el lago. Aún con la linterna en la mano, y con la loba pisándome los talones, me dirigí hacia Cris. Me arrodillé a su lado y le puse las manos en los hombros.
-¡Cris! ¿Estás bien?- le pregunté. Ella me miró entre agradecida y confundida.
-S-si- tartamudeó- Pero... ¿Qué era eso?-
-Una sombra del hades- dije. En eso, me puse a pensar- pero es rarísimo. Las sombras no tiene ese comportamiento, no al menos que se lo ordene el mismísimo Hades. Y no se me ocurre por qué le ordenaría eso, ya que me ayudó en mi visión...- Cris se limitaba a mirarme- Vamos con los demás, hay que explicarles esto. Tenemos que salir de aquí de inmediato, una cosa son los humanos... Otra es la que está sucediendo. Entre la ninfa y la sombra. No lo entiendo...-

Volvimos con los demás, la loba iba a mi lado. Comenzamos a explicar lo ocurrido.